Hola, cómo
estás mi querida e inseparable amiga, hoy he decidido escribirte, porque siento
que así estoy más cerca de ti, pero con la seguridad de que no me puedes hacer
daño. He de reconocer que sufro más; cuando estás a mi lado mientras yo guardo
silencio escuchando música triste, viendo videos de decepciones amorosas, publicando
en mi Instagram imágenes con frases motivacionales, tratando de sacar de mi
mente a todas esas personas que solo me hacen daño, y aquellas que no encuentran
nada más que solo defectos, y también tratando de sacar a aquellas personas que
realmente me apoyan y creen en mí, solo por el hecho de que tengo miedo que en
cualquier momento se alejen, y dejen un vacío en el lugar que les guardo dentro
de mi corazón.
He visto
las noticias y leído al respecto acerca de todos los estragos que causas, graves,
por cierto, has matado a grandes músicos. Quiero que sepas que muero de pena el
estar escribiéndote esto, porque todos los que me conocen se preocuparían, he
preferido ser reservado, por el agobio que me causa la no aceptación de mi
problema contigo. Podría decir que te odio, pero creo que tu te engrandeces más
con los sentimientos negativos. Y el motivo de que hoy esté escribiendo, es
para que sepas que he cambiado de parecer, haré caso al dicho que dice: sino puedes con el enemigo, únetele. Estoy
seguro que terminaré enamorándome de ti, porque cuando tú estás a mi lado,
traes contigo algo indescriptible que me ayuda a mejorar aspectos que antes consideraba
imposibles para mí, solo por mencionar alguno, te puedo decir, que las letras
me fluyen más de lo normal, y si quiero les puedo dar un ritmo (o quien sabe
como se le llame realmente, rima, me parece) y eso a las demás personas le agrada.
Y ya que te mencioné uno, déjame mencionarte el otro que considero más importante;
hace unos meses cuando estábamos juntos, lo que hacía para solapar ese sentimiento
de presión en el pecho, era consumir alcohol, y en efecto, me sentía mejor,
pero cuando la sensación se pasaba, esa presión regresaba con una fuerza al doble.
Hoy, no me llama la atención ese hábito negativo, sí, lo hago, muy poco, estoy a
nada. Uf, ya me cansé de tanto exponer lo que me has provocado.
Para concluir
está monumental confesión quiero darte las gracias, por todo lo bueno que has
hecho por mí. Nunca voy a olvidar esa sensación dominguera por las tardes
cuando todo se torna silencioso, y todos se alejan, cada uno de vuelta a su
mundo. Y digo esto porque tenemos una vida tan rutinizada. Como escribió el
señor Erich Fromm [1]: Desde el nacimiento
hasta la muerte, de lunes a lunes, de la mañana a la noche: todas las actividades
están rutinizadas y prefabricadas. Si queremos darnos cuenta de cuán jodido está el mundo, solo centrémonos en
el hecho de que todos esperan a que llegue el viernes; para poder ser felices,
convivir con la familia, los amigos, leer un buen libro, hacer la tarea, hacer
ejercicio. Recalquemos que la mayor parte de las actividades mencionadas, son consideradas positivas, no obstante, todos (me incluyo) hacemos lo contrario; ingerimos
alcohol, olvidamos a la familia, al perro, nos quedamos sin dinero, y solo ansiamos
que se llegue el lunes para poder distraernos de la pesadumbre que no es tener
dinero. Uf, es muy reconfortante que aparezcas siempre en esos momentos, mi
querida amiga.
También, tu
visita es inminente cuando perdemos a un ser querido, indescriptible, no sabes
si es presión en el pecho, ganas de dormir, de embriagarse, de salir corriendo,
de gritar, porque sabes que eso no solucionará nada, te admiro, porque creo
mucho en la reflexión que dice que solo
los verdaderos amigos están en las buenas y malas situaciones, y tú siempre
estás presente, así estemos celebrando algún éxito o estemos en pleno corte de relación
con la novia. Hago un paréntesis para pedirte que nunca te alejes de mí, me estás
blindando de mucha fuerza, al principio me afectaba, pero hoy prefiero
aceptarte, tal como eres, y aprovecharé de todas tus enseñanzas, les sacaré
provecho, lo que para muchos es basura
para otros es un gran tesoro; me basaré de estas palabras y las aplicaré en
ti. Espero esto me sirva en la escuela, o en el trabajo (nótese el sarcasmo).
Pero como te seguía diciendo; cómo olvidar esa sensación cuando estás enamorado
perdidamente de alguna persona, y de repente, esa persona decide irse con un
tercero, es muy raro el amor (tal vez escriba algo al respecto, con tu ayuda), nunca se
sabe lo que se tiene hasta que lo perdemos, y digo esto porque cuando
aquella persona se da cuenta de que puedes ser feliz tú solo, quiere volver de
inmediato.
Dejémonos
de recuerdos. Pasaré a culminar esta carta. Pero antes que me despida; déjame escribir
algo lindo para ti, en muestra de mi agradecimiento.
Querida amiga
Se llega la
tarde, el clima se torna frío,
Querida amiga,
te necesito conmigo,
Sin ti, amiga,
siento que no sigo,
Confío me
sacarás de este lío.
Necesito de
esa presión en el pecho,
Mira, lo
que escribo tiene rima,
Las palabras
se tornan divinas,
Estás conmigo,
es un hecho.
…
Nota: Dejé
de escribir, porque te logré ahuyentar, y te llevaste la inspiración, mejor
buscaré a mi musa, le escribiré a ella, tal vez lo valore mejor que tú. Pero cuando vuelvas esta carta estará disponible,
y comenzaré de nuevo a agradecerte, tal vez escriba otra, o tal vez llore, todo puede pasar.
Con cariño:
un joven agobiado <3
Referencia: [1] Libro: El arte de amar, Erich Fromm, pág. 27

Muy buena
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