Por Alexis Romero Mendoza.
La noche es
fría, silenciosa, y el sosiego abunda, tiempo atrás ya había escrito algo
parecido a esto, pero no con dedicación, sino por simple afición, hoy te puedo
decir que la inspiración me ha llegado. Cuenta la mitología griega que existían
divinidades inspiradoras de las artes que bajaban a la tierra a susurrar ideas
e inspirar a aquellos mortales que las invocaran, musas les llamaban. Calíope era la musa de la elocuencia, belleza y poesía épica, era
representada por una corona de laurel. Un simple mortal como yo, un humano lleno
de defectos y temores, hoy a la sombra de tu ausencia, en la oscuridad de la nostalgia,
y en la fría distancia que nos separa, te quiero decir a ti, mi musa, la que me
inspira y la que en mis pensamientos predomina; eres el amor que tanto me hace falta.
Me
sorprende lo mucho que me has hecho cambiar, siempre te he dicho que yo era una
persona fría y de vanos sentimientos, sin embargo, el tiempo que hemos estado
juntos ha despertado en mí hasta el sentimiento de querer luchar por alguien, destacando
que hoy en día, resulta más fácil reemplazar a una persona que
luchar por ella. Es grande mi sorpresa, porque viviendo dentro de mi negativo egoísmo,
de mi preocupación activa por mi mismo; de pronto llegas tú arrasando,
despertando, inspirando, enamorando, en fin, mi mundo de color lo estás pintando. El motivo principal de esta carta es para decirte que si un día de estos me notas distante, no significa que mi amor por ti esté
menguando, lo que pasa es que no soporto que el amor que tanto bien me hace, esté
la mayor parte del tiempo en mi pensamiento, y no aquí presente. El invierno ha
llegado, y los sentimientos que este inspira siempre han sido deprimentes, solo
el calor de un beso, un abrazo y un amor tan cálido como el tuyo eliminaría
todos los malditos temores de mi mente. Te pido de favor que no te alejes, y no
dejes de quererme, en estos momentos es cuando se forja el amor verdadero, y yo
quiero que lo nuestro sea duradero, es más, mi corazón desea una relación permanente.
Y que nuestros encuentros sean más frecuentes y que lo que siento por ti te
resulte más convincente.
Te pido la
mayor de las comprensiones, solo intento ser la mejor persona para ti, te
mereces un amor deslumbrante, de ese que te empuja a levantarte rápidamente por
la mañana, un amor que respete tu libertad, que te acompañe en tu vuelo y que
no tenga miedo de caerse porque sabe que se tienen el uno para el otro para
levantarse. Quiero recalcar que es cierto que nunca debes de decir que amas a
alguien si nunca has visto sus malos hábitos, sus creencias absurdas, sus
enojos, porque todo el mundo puede amar las flores de la primavera, pero casi
nadie puede amar el frío del invierno, y mucho menos, cuando no se tiene a
alguien con quien compartir la calidez de una cama, o de disfrutar un buen café
amargo platicando de todos los sueños no cumplidos y los que se quieren cumplir,
creo que dios diseñó el invierno para que aquellas personas que se aman puedan
gozar el doble de lo que un simple abrazo significa.
Creo, también, que
muchas palabras terminarán aburriéndote, así que concluiré y resumiré esto en
las siguientes líneas: Tal vez si esperamos demasiado tiempo a estar seguros
para hacer las cosas, quizá cuando lo estemos, las cosas hayan dejado de estar
seguras para nosotros. El tiempo está pasando y no se detiene, todavía recuerdo
el día en que te conocí, y hoy me admiro por todo lo que quiero hacer por ti, y
lo que menos deseo es hacerte sufrir. Como dice Coelho: sólo hay una cosa que
hace que un sueño se imposible de alcanzar: el miedo al fracaso.
Déjame
cerrar esta carta con las siguientes palabras, que espero que leas con tanto fervor,
así como yo te la he escrito, claro, también con un intenso amor…
Hagamos un trato
Si alguna vez adviertes
que te miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoces en los míos
no pienses que deliro,
piensa simplemente que puedes
contar conmigo.
Si otras veces me encuentras
huraño sin motivo,
no pienses que es flojera,
igual puedes contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar contigo,
es tan lindo saber que existes,
uno se siente vivo,
y cuando digo esto,
no es para que vengas corriendo en mi auxilio,
sino para que sepas que tú
siempre puedes contar conmigo.
-Mario Benedetti
Con cariño para ti: MHH <3
Muy bueno
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