viernes, 18 de enero de 2019

Perdóname por extrañarte tanto


Hola mi amor, espero estés muy bien hoy, y que siempre sea así. Hoy te quiero pedir perdón, sé que no amerita hacerlo, pero tengo mis razones. Perdóname por quererte tanto, por amarte demasiado, por no hacer otra cosa más que pensar en ti. ¡Perdóname por extrañarte tanto!



Es muy sorprendente el poco tiempo que ha pasado y que yo me encuentre hasta este punto tan enamorado. La vida así lo ha establecido, todo está escrito y nuestra pequeña historia, creo yo, ha sido de lo mejor que he vivido. El motivo de que hoy te escriba pidiendo perdón es raro, es solo que… te extraño, tu repentina ausencia me tiene desconcertado. Tu compañía es como una dulce melodía, a tu lado he pasado los mejores momentos de mi vida. Y el que hoy estemos distantes hace que mi corazón se estremezca de nostalgia, por aquellos hermosos instantes.

Te extraño, extraño cuando querías estar conmigo, y se notaba, cuando me buscabas a cualquier hora y yo salía corriendo; sólo para estar contigo. Extraño tus mensajes frecuentes, los cuales cada vez son menos recurrentes. El corazón de congela cuando nos dicen: “necesito tiempo”, y yo, el único tiempo que puedo comprender; es la vida que quiero pasar a tu lado en cada momento.



 Extraño cuando solo querías estar conmigo, tú dices que son mis celos, que soy raro, que te vuelvo loca, yo solo extraño estar contigo. Me mata el ver como disminuyen nuestros momentos juntos, y no sé como explicarte, me has llamado posesivo, enfermo, quiero que sepas que para este corazón has sido más que un mundo. Perdóname, creo que, sí son celos. Me mal acostumbré, un día contigo estaba en el cielo, y hoy, con tu ausencia me siento por los suelos.

Sé que me dirás que la vida nos está poniendo a prueba para ver si merecemos estar juntos, pero no es nada agradable soportar, para mi es el fin del mundo. Perdóname, algunas de estas palabras suenan un poco groseras, mi corazón sólo pregunta que hora volverás.



Te extraño, es sólo eso, hace tiempo que había planeado pasar contigo este año. Lo único que quisiera, es que después de un tiempo sin vernos me dijeras: “me hiciste mucha falta”. Pero sólo me quedo callado con un nudo en la garganta.
Te extraño, extraño cuando te gustaba hablar conmigo, cuando me mostrabas interés, extraño cuando me querías en serio y se notaba.

martes, 15 de enero de 2019

Carta al amor que tanto extraño


Hoy nuevamente estoy aquí escribiendo, es 15 de enero del 2019 y son las 6:10 am, estaba durmiendo. Es martes, seguro estás trabajando, tal vez ni te acuerdes de mí, yo contigo estaba soñando. Hace frío, y es difícil dormir solo, la cama se vuelve inmensa y fría en cada centímetro. Me ha despertado la desesperación, la ansiedad, el miedo, la nostalgia. Te he visto tan contenta en la divagación de mi mente, y me levanté mal, por el simple hecho de sentir que te estoy perdiendo, que te estás alejando, que has cambiado. Si antes me demostrabas cuanto me necesitabas hoy mi corazón siente cómo el tuyo demuestra cosas que antes no imaginaba. Tal vez sólo necesito un abrazo, uno fuerte y duradero. Debes de saber que todo lo que siento por ti es más que verdadero. Aún recuerdo diáfanamente aquellos días de verano cuando comenzamos a tomarnos de la mano, en esos momentos es cuando uno se siente vivo y con un propósito para seguir adelante. Te juro, mi amor, eres lo mejor que me ha pasado, y tengo escrito en mi alma todo lo que hemos vivido solo tú y yo desde el primer instante. Pero mi niña, es imposible no sentir nada por ti, te volviste ESENCIAL en mi vida. 




Te extraño, no imaginas cuanto, de mi mente no puedo sacarte, en todos partes siempre estás tú, desde el café por la mañana, la comida a medio día, en mis horas de estudio, a la hora de lavar los trastes (sé que no te gusta hacerlo); pero es a la hora antes de dormir cuando tu recuerdo se hace más intenso. Me lleno de nostalgia cuando empiezo a recordar todos los momentos que hemos pasado juntos, han sido los mejores. A tu lado la vida se vuelve fácil, lo que antes para mí era aburrido hoy se torna divertido, lo que antes me parecía inalcanzable hoy parece más cercano, y siento que hasta lo imposible contigo es posible. Pero también los temores se vuelven más certeros, los malos pensamientos generan desconfianza, los celos se hacen más fuertes a medida que esto avanza. Estoy mal, lo sé, pero hazle entender al puto, desobediente, rebelde, díscolo, bipolar, encolerizado, deprimido, temeroso, y orgulloso corazón que debe aprender a confiar más, pero quien somos tu y yo para enseñarle como debe ser, si a base de todos nuestros errores y decepciones él ha formado una coraza, una estrategia, una barrera, una vasta inteligencia poco convincente, para advertirnos cuando algo parece que anda mal.



Hoy te he soñado, estabas sentada frente a mí, y lo juro, tenías la sonrisa más hermosa del mundo, los ojos más resplandecientes, como una vez los vi, tu alegría era tan inmensa y contagiosa, que hasta la flor más marchita se levantaría al contemplar tanta belleza. Estos últimos días has aparecido en mis sueños, en algunos tristes y en otros de lo más feliz. Tal vez sea por el miedo a perderte; lo sé, estoy mal, porque si algo va a pasar entre nosotros, pasará, ya sea para bien o para mal. Pero resulta imposible no tener miedo a la desilusión. Son tantos los planes juntos, son tantos los sueños contigo, son tantos los momentos que hemos caminado de la mano. Tal vez son pocos días los que hemos pasado, pero lo juro, todos esos días son inolvidables. Quiero que sepas lo mucho que me gustaría vivir contigo momentos como estos, me gustaría ser el amor de tu vida y que tú hubieras sido mía, porque te juro que yo… yo si sueño con envejecer a tu lado y hacer de nuestras vidas una plena felicidad…

PD: Te extraño, pero creo que es necesario parar de escribir cuando el corazón ya se ha desahogado.